04/08/2009

The Messiah, famous violin by Antonio Stradivarius

SHARED

By Lionnel Genovart, published in the Classic Magazine of Montevideo, August 2009.

El Mesías de Strad

Cuenta la historia que en 1716 Strad construyó un violín del que nunca se desprendió ni tampoco se lo ofreció a algún músico para tocarlo. Este violín permaneció en el anonimato en la familia hasta después de su muerte (1737).
Recién años más tarde, Pablo, uno de los hijos de Strad, lo vendió junto a otros violines de la familia al coleccionista de arte y violines: el Conde Cozio de Salabue.
A partir de ese momento se conoció la existencia del violín y se lo bautizó con el nombre de “El Salabue”.

El Conde sentía orgullo de poseer un Stradivarius que, además de ser construido por el gran luthier, nunca había sido escuchado. Lo guardó intacto durante muchos años hasta que en 1827 accedió a vendérselo a Luis Tarisio, uno de los grandes comerciantes de instrumentos de la época.
Luis Tarisio recorría en carreta todos los pueblos de Italia en busca de violines italianos. Los compraba y luego los hacía restaurar por importantes luthieres para dejarlos en óptimas condiciones y así venderlos a mejor precio.
Uno de los luthieres con el que trabajaba Tarisio era el gran constructor y restaurador francés: Jean Batista Vuillaume.
En una de las tantas visitas al atelier de Vuillaume, Tarisio le cuenta acerca del gran violín de Strad que había adquirido de la colección del Conde Cozio. Pero nunca se lo mostró, a pesar de la insistencia del luthier.

Sin esperanzas de ver el tan enigmático violín, Vuillaume y su yerno, el virtuoso violinista Delphin Alard, le dijeron a Tarisio que ese misterioso violín era como “El Mesías”, porque siempre les contaba acerca de el pero nunca lo mostraba.
Asi fue como el violín fue rebautizado desde ese momento con el nombre que lo conocemos actualmente.

Pasaron varios años hasta la muerte de Luis Tarisio. Y fue recién después de ello que Vuillaume viajó a la granja del comerciante fallecido (en los alrededores de Milan) y conoció por primera vez al Mesías. La colección de instrumentos de Tarisio era de aproximadamente 150 violines, y el luthier compró casi la totalidad de los instrumentos, entre ellos “El Mesías”.
Vuillaume conservó el violín intacto dentro de una vitrina de cristal en su casa. Realizó algunas copias del mismo, le cambio la cadena y los accesorios como las clavijas, mentonera, etc. Recién lo mostró públicamente en 1872, en una exposición de instrumentos de un museo del sur de Kens-ington, Inglaterra, a más de 150 años después que Stradivarius lo construyó.

Después de la muerte de Vuillaume en 1875, el violín quedó en manos de la familia por un tiempo hasta que Delphin Alard lo vende a la Familia Hill, conocido atelier de luthieres de Londres, por un valor de 2000 libras, un precio récord para la época.
Los Hill volvieron a abrir el violin para cambiarles la cadena que conserva actualmente. Además escribieron una pequeña monografía del violín. El Mesías volvió a ser vendido y readquirido por la familia de luthieres varias veces, hasta que en 1940 los Hill lo donan definitivamente a la nación británica, para su conservación permanente, con una condición fundamental: que nunca fuera tocado.

Fue entonces que el violín pasó a ser parte de la colección del museo de Ashmolean en Oxford, donde solo podemos verlo, ya que hasta el día de hoy su sonido continúa siendo un secreto.

Go to Top