Iº Exhibición de Luthería argentina (2013) en el Museo Museo Nahim Isaias de Guayaquil, patrocinado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador.
Curador y conferencista: Lionnel Genovart.
Prólogo del Catálogo de la exhibición por Lionnel Genovart
El motivo de la Exposición “Historia de la Lutheria en la Argentina” es mostrar una parte del trabajo de estos artesanos de la madera desde finales del siglo XIX al siglo XXI.
En las últimas décadas del siglo XIX la población argentina creció considerablemente debido a la llegada masiva de inmigrantes de origen europeo. En 1869, el 12% de los habitantes de la Argentina eran extranjeros y en 1914 el porcentaje ascendió al 30%.
Argentina aparecía como un destino favorable para que una gran masa de europeos realizarán sus deseos de mejorar sus condiciones de vida, por las oportunidades que se les ofrecía, ya que desde el Estado argentino se tomaron numerosas medidas para fomentar la inmigración europea.
Este movimiento migratorio trajo al país luthieres de diferentes nacionalidades -italianos, franceses, alemanes-, quienes dejaron como legado sus conocimientos en este arte.
El contexto musical en el país fue cada vez más propicio para los luthieres. Durante esta época, el estudio de la música era considerado por la sociedad argentina, en particular la porteña (de la ciudad de Buenos Aires) como indispensable en la formación de los estudiantes.
Los primeros intentos de formar instituciones dedicadas a la enseñanza musical datan de 1810, como la apertura de la Academia de Víctor Prada, anunciada en el 1819 en el diario La Gazeta de Buenos Aires. En 1822 Juan Pedro Esnaola y José Antonio Picasarri, inauguraron la Escuela de Música y Canto, con apoyo del gobierno.
El nivel musical de los músicos locales fue creciendo considerablemente, al igual que la cantidad y calidad de óperas con grandes figuras. Se fue reduciendo el lapso de estrenos de las mismas óperas en Europa y en Buenos Aires, entre ellas: Il Trovatore en 1855 y La Traviata de Verdi en 1853. Lo cual incentivó al intendente Pellegrini a la construcción del Primer Teatro Colón en 1857.
Sin lugar a dudas, la apertura del Teatro Colón marcó un hito en el desarrollo de la actividad musical porteña, posicionando a Buenos Aires, como una ciudad de alto nivel musical internacional.
En consecuencia, también creció en la Argentina la actividad de los luthieres, quienes elaboraron instrumentos de alta calidad, similares a los europeos, algunos de los cuales hoy podemos disfrutar en esta exposición.